viernes, 13 de febrero de 2009

USAR PRESERVATIVOS



Estar infectado/a por el VIH no implica abstenerse de tener una vida sexual satisfactoria ni limitar la sexualidad, pero se deben adoptar las medidas necesarias para proteger a la pareja.
Ni la marcha atrás, ni la ducha vaginal, ni los espermicidas, ni los anticonceptivos, ni el diafragma protegen de la transmisión del VIH.Muchas de las parejas donde uno es seronegativo/a no se protegen adecuadamente, bien por una solidaridad mal entendida con el que está infectado, bien como una forma de negar la enfermedad, o por otros muchos motivos que cada pareja debe plantearse abiertamente y con valentía.
Siempre que tengas relaciones sexuales de penetración debes usar un preservativo, y deberás usarlo correctamente.
La penetración vaginal sin condón es aun más peligrosa durante la menstruación.
No olvides que existen muchas formas de quererse que procurarán placer sin penetración.


¿Cómo se usa correctamente un condón?
Ten los preservativos a mano y cuantos más mejor.Compra sólo preservativos homologados por las autoridades sanitarias.
Controla la fecha de caducidad
Almacena el condón en lugar fresco, seco y al abrigo del sol/luz.
Maneja el condón cuidadosamente para no dañarlo (rasgarlo con las uñas, dientes, anillos, etc.).
Coloca el preservativo antes de cualquier contacto genital para evitar la exposición a fluidos que puedan contener agentes infecciosos.
Comprime el extremo cerrado del condón para expulsar el aire y colócalo sobre el pene erecto, dejando un espacio libre en la punta para que se deposite el semen. Desenrolla el condón cuidadosamente cubriendo totalmente el pene.
Usa el condón durante toda la penetración. Tras la eyaculación, retira el pene lentamente antes de que haya desaparecido la erección, sujetando el condón por su base para asegurar que no haya salida de semen durante la retirada.
Quita y desecha el condón tirándolo a la basura, nunca al WC.
Nunca reutilices un condón.


El VIH ¿ puede atravesar la membrana de látex de los preservativos ?

NO. Estudios de laboratorio han demostrado que el látex intacto de los condones constituye una barrera eficaz frente al VIH y otros microorganismos que causan enfermedades de transmisión sexual (gonorrea, herpes, hepatitis B, clamidia y citomegalovirus)
¿ Son eficaces los condones en la prevención de la infección por el VIH ?Sí. El preservativo como tal es eficaz. Sin embargo ello depende de que lo uses siempre y correctamente.
¿ Con qué se debe lubricar un condón ?Los preservativos normalmente llevan una pequeña cantidad de lubricante. Si deseas una lubricación adicional, sólo debes utilizar lubricantes solubles en agua (glicerina, KY, Praxigel u otros de venta en farmacia).Los productos grasos (vaselina, aceites, cremas corporales, etc.) destruyen el condón en muy poco tiempo.


¿ Se rompen los preservativos ?

La rotura de los condones es un hecho infrecuente y se debe, principalmente, al uso de lubricantes oleosos (aceites); exposición al sol, calor, humedad; rasguños con los dientes o las uñas, manipulación inadecuada y falta de experiencia.


Pensando en el otro
Parejas sexuales regularesPuede ser duro decir a tu pareja que estás infectado/a pero más duro será que pueda infectarse por falta de confianza y afrontar los sentimientos de culpa que de ello se deriven.
Parejas esporádicasSurge la duda sobre decirlo o no decirlo y esa angustia puede llevarte a no tomar nunca la iniciativa. No te apures y toma las medidas de precaución necesarias (preservativo).
No pongas a riesgo a tu pareja por tu falta de coraje para decirle que estás infectado/a o por tu indecisión para adoptar medidas de prevención.
Si no le dices nada, ¡Protéjele!. ¡;No descargues tu responsabilidad en tu pareja!.
Quizá no hayas utilizado nunca o pocas veces preservativos: es el momento de hacerlo sin remilgos.
Usarlo no es complicado, te proporcionará seguridad, y si tienes imaginación para erotizarlo le verás más ventajas.
Hay situaciones que favorecen su no utilización: el abuso de alcohol u otras drogas, el temor al rechazo, el miedo a la disminución del placer sexual, la depresión, los conflictos de pareja, el deseo no confesado de tener un hijo, la necesidad de sentirse "normal", un amor apasionado.
Las prácticas sexuales orales (felación y cunnillingus) también entrañan un riesgo de infección por el VIH, aunque mucho menor que el de las prácticas de penetración. Evita que el semen o fluidos vaginales (especialmente, sangre menstrual) entren en contacto con tu boca o la de tu pareja.